La bodega cuenta con una sala de catas decorada al estilo tradicional castellano con mesas que son trillos restaurados (aperos tradicionales de labranza de la zona).
El arraigo a la tierra y la decisión de pisar suelo firme y tradicional llevó a la bodega a construir la sala de catas sobre un suelo del siglo XVI procedente de la iglesia de Castro Verde de Campos (Zamora), siendo posiblemente uno de los más antiguos de la zona.